No
sé si el elegir poner las dos “lecturas” juntas ha sido azar o no, pero después de ver el video y de
leer el artículo de Merlo-Vega, se me ocurre que una cosa conduce a la otra: el
video nos remonta a los orígenes de la Web y su desarrollo hasta nuestros días,
y el artículo nos introduce directamente en la Web 2.0.
La
rapidez de la música de DEUS y su título, There´s
nothing impossible nos dan la clave de lo que podemos esperar: no hay nada
imposible. Esa música sintética, experimental nos introduce en ese gran proyecto denominado Internet. Sus comienzos fueron, prácticamente, textos digitales lineales;
poco a poco se fueron ampliando con la incorporación de enlaces, de modo que la
información se fue diversificando hasta el punto de tejer una red de entramado cada
vez más complejo. Para intentar resolver el problema de la recuperación y
reutilización de la información, al margen de su presentación visual, surge el
lenguaje de marcado XML cuyas posibilidades están fuera de toda duda.
El
artículo de Merlo-Vega me parece una síntesis clarísima de lo que es la web
social, de lo que representa para los usuarios y de lo que se espera que sea la
interacción de ambos. A pesar de que el autor concluya “disculpándose” por los
conceptos omitidos, desde la óptica del lector que pretende conocer de modo rápido
y asequible el significado exacto de los términos más frecuentes de la web 2.0,
me parece de lo más clarificador.
Pienso
que la gran mayoría de los usuarios se limita a una pequeña parte de las
posibilidades que ofrece la web, generalmente al uso de alguna red social y
como mucho una wiki y, sin embargo sigue
habiendo una gran confusión entre expresiones como lenguaje de marcas,
metadatos, normalización / estandarización, etc. que son claves en esta nueva
concepción de difusión de la información.
Estoy
de acuerdo con la idea de que los conceptos de Web y de Internet han
cambiado-evolucionado tremendamente en los últimos años. El hecho de que tan
sólo dos publicaciones se ocupen del tema en España, como en otros muchos campos,
nos sitúa en el vagón de cola del uso y desarrollo de las Tecnologías de la Información
(TI), prácticamente reducidas al mundo universitario, bibliotecario y de unos pocos
centros de gestión de la información.
Coincido
con la identificación, no explícita, de que contenido de la web es igual a tecnología
de la información, y uso de la web social es igual a tecnología de la
participación si bien, en mi opinión, la participación en el sentido de
contribución debería poderse controlar más ya que, en algunos ámbitos, es
frecuente la publicación de datos incorrectos o informaciones erróneas que
generan gran confusión y que son lo peor para la credibilidad de esta ingente fuente
de conocimiento.
Una
pregunta que deberíamos hacernos es si está el cerebro humano preparado para someterse
a la vorágine de cambios que nos esperan… ¿Alguien se acuerda de la película En busca del fuego, lo que supuso para
la humanidad preservar y conservar el preciado elemento?
La vorágine informativa efectivamente, yo creo que nos sobrepasa a la mayoría, pero que las nuevas generaciones han nacido casi con el “gen” de la tecnología. Pienso que no me puedo comparar con las habilidades que están adquiriendo mis hijos desde pequeños con lo que he adquirido yo misma siendo más mayor. Los nativos digitales han construido sus conceptos entorno a la tecnología, han desarrollado una estructura neuronal adaptada a estas necesidades. El libro de Carr, Superficiales ¿Qué esta haciendo Internet con nuestras mentes? lo argumenta desde perspectivas científicas basadas en la Neurología y lo traspasa al plano práctico a la hora de acceder a Internet, en como leemos, pensamos y atendemos ante la información digital. Internet nos esta haciendo más ágiles a la hora de manejar y leer la información de forma superficial, pero tenemos menos capacidad de reflexión y concentración Lo que cabría preguntarse es que consecuencias puede tener este acceso a cantidades ingentes de información.
ResponderEliminarGracias.
Rosana.
Me parece muy interesante la pregunta que planteas al final del post... ¿estamos preparados para tanta información? Creo que las redes sociales nos hacen por un lado dependientes de la información y no resistimos estar mucho tiempo sin comprobar las novedades de nuestras cuentas de Facebook, Twitter, etc. Además, con los smartphones estamos en todo momento conectados y compartiendo. Por otro lado no llegamos a pararnos a leer en profundidad una mínima parte de todo lo que nos aparece.
ResponderEliminarImaseda #websoc12
Bien, bien así, generando comentarios. Susana, solo por ser quisquilloso, cuando dices: "nos sitúa en el vagón de cola del uso y desarrollo de las Tecnologías de la Información (TI)" refiriéndonos a España ¿A qué indicadores te refieres, cuáles son tus fuentes? No te preocupes, no pretendo que me respondas ni de hacerte perder el tiempo buscando datos pero creo que ni en uso ni en desarrollo estamos tan mal. Una de las cosas que me gusta de la wikipedia y por la que discuto con muchos de mis compañeros es que lo que se dice se intenta siempre documentar con referencias.
ResponderEliminarBuenas reflexiones
Tony releo el comentario que escribí y veo que no puse ninguna fecha. A día de hoy sí que las cosas han cambiado pero, si no recuerdo mal el artículo era de 2008 0 2009. Me remontaba a hace tres años. En cuanto a tu comentario de la wikipedia, te cuento que cuando he acudido a ella para ver qué pone por ejemplo sobre el tema de mi tesis doctoral, no está muy acertada. (No era ningún tema raro, era sobre la independencia de Filipinas).
ResponderEliminarCcoincido con Rosana en la apreciación sobre la diferencia entre los nacidos digitales y los, como yo, analógicos, y añadiría que, incluso entre los nacidos digitales hay importantes diferencias (y para ello tomo como referencia a mis cuatro hijos, esta vez cito la fuente): entre 11 y 4 años
Es cierto que la información es ingente y más accesible pero el uso que se hace de ella es más superficial; no se profundiza suficiente.
En general creo que esa es la tónica de las relaciones sociales actuales; son mucho más etéreas, están como por los cables, las ondas, en el limbo, no se ven pero están....
Coincido con los compañeros: es muy interesante la cuestión que planteas al final de tu post. Como se ha mencionado, el cerebro humano se adapta a los nuevos estímulos que recibe y, de hecho, ya lo está haciendo porque la mente de un nativo digital es diferente a la nuestra. Esto quiere decir que por mucho que estudiemos, comprendamos o utilicemos las nuevas tecnologías, nuestra forma de relacionarnos con ellas nunca será igual que la de un nativo digital.
ResponderEliminarYa hay muchos vídeos circulando por la red sobre niños que utilizan el IPad con una naturalidad increíble, como si estuviesen haciendo algo totalmente cotidiano para ellos. Yo, en cambio, aún toco con cierto asombro la pantalla de mi smartphone, aunque reconozco que en esto voy un poco retrasado. No obstante, también creo que en los últimos años, la tecnología ha dado un gran salto en lo que a facilidad de uso se refiere. La tecnología es cada vez más intuitiva y ahí reside buena parte del éxito que ha logrado entre todos los públicos.
Gracias Mario por tu comentario. A mi también me costó acostumbrame a la pantalla del teléfono.
EliminarComparto la visión de los demás compañeros sobre tu pregunta sobre la adaptación o no del cerebro humano a los nuevos estímulos.
ResponderEliminarEn mi opinión, la adaptación del cerebro es mucho mayor de lo que podamos imaginar, el tiempo dirá...
Saludos.
#websoc12